Ahora sé que puedo hacerlo.

Dani ha hablado del Gran Premio de Alemania y Javi de pilotos actuales y pilotos antiguos. A mí, que se me da bien sumar, se me ha venido a la cabeza una de esas anécdotas que tanto nos gustan a nosotros.

Tengo que empezar diciendo que estoy un poco enfadado con Senna. Bueno, en realidad él no tiene la culpa, más bien he de reconocer que el rebote es con Asif Kapadia y Manish Pandey, director y guionista de la película sobre su vida que se acaba de estrenar. Seguro que los motivos serán ampliamente debatidos en el blog así que no me extiendo, pero me da que ni él era tan buena persona a ojos de según quién, ni los demás eran tan malos como los pintan. Pero es ese punto de agresividad, ese genio para perder los papeles por ser adelantado o esa forma innata de buscar la victoria por todos los medios, uno de los aspectos que más destacan entre los pilotos realmente legendarios.

Y Senna empezó muy pronto con estas demostraciones. La forma más habitual de confirmar su talento es contar el ínclito Gran Premio de Mónaco de 1984 bajo la lluvia, pero eso está muy visto y hay otra historia que muchos comprendemos que además es anterior a lo de Montecarlo.

El nuevo circuito de Nurburgring iba a ser inaugurado y a Mercedes no se le ocurrió mejor manera (ni a mí tampoco se me hubiese ocurrido, la verdad) de hacer una carrera para celebrarlo. ¿Y puestos a “montar una pachanga” a quién llevamos? Pues hombre, siendo Mercedes sin duda a los mejores. ¿Y a qué los subimos? Pues aprovechando que se acababa de presentar el entonces nuevo y ahora mítico 190 E 2.3 16V, le hacemos unos curiosos retoques y a correr. Digo curiosos porque le quitaron parte del escape, le montaron un grupo corto, jaula, pinzas de freno más grandes, suspensión rebajada, neumáticos de carreras… pero dejaron cosas como los asientos eléctricos, que en comparación muy racing no eran.

Bueno, queremos nombres, no? Pues ahí van. Ya campeones del mundo gente como Jack Brabham, John Surtees, Phil Hill, Denny Hulme, Nikky Lauda, Alan Jones o Keke Rosberg. Pero no creo que ninguno de ellos quisiera pasarle el título por los morros a Stirling Moss, que tampoco se la quiso perder. Reutemann, John Watson, Klaus Ludwig, Manfred Schute, Jacques Laffite, Udo Schutz, Hans Herman, Elio de Angelis… ahí van otros cuantos, si no conoces a alguno no dejes de poner su nombre en google. ¿Falta gente? Completamos con Prost y Senna.

De hecho una de las anécdotas de la carrera empieza antes de la salida, ya que es el primer “contacto” entre ambos eternos rivales. Prost llegaba al aeropuero de Frankfurt media hora más tarde que Senna, así que desde Mercedes le pidieron que llevase al brasileño al circuito. Y no, no saltaron chispas. Dijo Prost que en el camino hablaron y fue muy amable. Sin embargo poco después Alain Prost consiguió la pole para la carrera y Senna quedó segundo. Prost se dio cuenta de que le dejó de hablar, hasta le pareció gracioso que se enfadase así. En la primera vuelta, y siempre en versión del francés, Senna le echó de la pista yendo primero, bonito recado para lo que vendría en Mónaco.

John Watson también habló de la carrera y la manera en la que Senna se lo planteó: “Se lo tomó muy, muy en serio. Su actitud era que tenía que ganar. Aquél día fue frío y húmedo e hizo un muy buen trabajo (más literalmente –a bloody good job-)”. Desde luego Senna no se pasó por allí a publicitar un circuito o un coche, él sabía a lo que se estaba enfrentado y lo que significaba una victoria allí. Y no era salir en Autosport, era una demostración a sí mismo, quería confirmar que lo que intuía era cierto, que estaba al nivel de los mejores de todos los tiempos, con el mismo coche, el mismo día, en la misma carrera.



“Ahora sé que puedo hacerlo”, dijo después de ganar. Lo demás es historia, pero esto es curioso aunque a día de hoy a nadie le extrañe. Es la alegría del que sabe que ha llegado, que está en la competición de más alto nivel y que se va a pegar con quien haga falta para ganarla. Y que lo va a conseguir pronto. “Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo” dijo Arquímedes, ese día a Ayrton se lo dieron, supo que con el mismo coche no le ganaba nadie y encontró su hueco removiendo entre los mejores.

Un track day en Nurburgring GP con la Racing Gang, todos con Mercedes 190 E 2.3 16V debería pasar a estar en la lista de cosas por hacer. Si no, quizás con los Alfa 75 lo solucionamos.

Comentarios

  1. ¿Un track day en Nurburgring GP con vosotros otra vez y todos con 190 2.5-16V ???

    Yo me apunto. Pongo el mío¡¡¡

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