Un paso adelante para las carreras de Fórmulas elécticos

Parece ser que unos cuantos empresarios han dado estos días varios pasos al frente para sacar adelante un campeonato de fórmulas eléctricos. Iba a añadir algo así como "de forma seria y definitiva", pero eso nunca se sabe del todo, así que me quedo a la espera de nuevos acontecimientos.

Hasta aquí todo bien, pero en la foto aparecen muchas caras conocidas que hacen pensar que la idea de salir adelante la tienen clara; Alejandro Agag y Jean Todt son dos de las manos estrechadas, pero hay más.


Me sorprende ver a Enrique Bañuelos, uno de los pioneros en esto de los negocios inmobiliarios patrios (tanto en la subida cual burbuja de champán como en la mega-hos... posterior) con salida a bolsa incluida y 1.100 % de rentabilidad de sus papelitos, para convertirse de golpe en uno de los mayores millonarios vestidos de rojo y amarillo. Pero las cosas en la vida se pueden dar la vuelta y los números se invirtieron (nunca peor dicho) para acabar con él fuera de la compañía y de España, relanzando después su fortuna con negocios similares en Brasil. Cabe destacar que debió comer mucho brócoli antes de irse, porque según la prensa salmón es uno de los pocos animales capaces de perder 4.000 kilos en un año... sí, sí, de euros...

Luca de Grassi está también por ahí, supongo que representando a un posible elenco de pilotos de primer nivel a golpe de talonario, que tampoco está la cosa para que se los den a otro.

El caso es que todos estos señores vienen con ideas nuevas sobre lo que debe ser una competición como ésta, nada de que luego les demande un señor viejo y feo cual apple y samsung. Hablan de hacer una quali por eliminatorias, carreras urbanas en los 5 continentes y que en los Pit-Stop los pilotos cambien directamente de coche, corriendo para ello 100 metros por el pit-lane (esto ya lo veo tontería, la verdad). También nombran a algunos amiguitos interesados en ayudar a empujar, como Carlos Slim o Alberto de Mónaco.

Todt, encantado, ya les da su bendición y ellos se frotan las manos pensando en los actuales actores de la F1 y lo mucho que les podría interesar agarrarse a esta bandera a los fabricantes de lo que en breve llamaremos coches (cuando en realidad se parecerán más a lavadoras) y toda la industria auxiliar.


Pero está claro que es el futuro, así que tendremos que acostumbrarnos. Veremos si la llegada del automóvil al motor eléctrico supone también la llegada de reglamentaciones que consigan carreras entretenidas y "limpias" (léase ésto en el sentido menos ecológico posible), que "mandaría huevos". Y si encima conseguimos abrir el debate de si el coche eléctrico es realmente más ecológico que los de explosión pues mira, eso que nos llevamos.