Flores de un día (I): Leyton House


Quién desde abajo destaca es porque talento tiene y si no que se lo digan al (rival) de Fernando Alonso en los últimos años y NO, NO es Vettel, sino como el mismo Fernando reconocía durante la pasada campaña, es Adrian Newey y las tempranas genialidades que salieron de su lustrosa “sesera” allá por sus inicios.



Nos situamos allí por el año 1990, más o menos a media campaña y a segundos por vuelta de los Senna, Mansell o Prost nos encontramos con un pequeño equipo de color azul celeste capitaneado en su sección técnica por un jovencísimo Adrian Newey que ya empezaba a plasmar sus ideas proaerodinámicas futuristas en contra de las promotoristas de los grandes equipos y sus potentes motores Honda, Ferrari o Renault.


Finalizada la sexta prueba de la temporada en el autódromo Hnos.Rodríguez de México, la situación para el pequeño equipo Leyton House (ex March) era horrorosa y preocupante en el devenir de la campaña y su modesto presupuesto hacía "mella" en sus malos resultados hasta entonces, cuando en tierras de burritos y picante habían tenido que recoger los "bártulos" el viernes por ser demasiado “lentos” y no pasar las rondas precalificatorias para el sábado.  A pesar del desastre continuo y generalizado del pequeño equipo celeste, la todopoderosa Williams llamó a la puerta del equipo con un contrato que ofrecer a su talentoso diseñador para su inminente incorporación, en vistas de sus ideas proaerodinamistas que podrían funcionar con su potente y fiable motor Renault.
Así que, vista la situación y como despedida, Adrian decide proponer para su inmediata instalación un paquete de mejoras para el siguiente gran premio que se celebraría en el ya conocido para muchos circuito Paul Ricard, en Francia. 
Las ganancias son increíbles y el equipo pasa a recuperar de media entre 2 y 3 segundos por vuelta en calificación (por supuesto, en este caso, pasando las precalificaciones) y  una vez dada la salida del gran premio, comienzan a progresar aupados por su pequeño y ¡ahorrador! motor Judd V8 llegando a rodar durante una parte del gran premio en 1era y 2unda posición.

Tras mantener a raya a los Ferrari, Mclaren y Benetton el ya indudable talento de Adrian no pudo solucionar los inminentes problemas de fiabilidad de los pequeños motores Judd y una sobrepresión en el circuito de aceite desembarca en un resultado agridulce y casi perfecto en la historia del pequeño equipo de inversión japonesa (para el que no lo sepa, Leyton House era una inmobiliaria nipona).



Como veis, de talento a este hombre no le falta un pelo aunque esto es mejor no comentárselo por el doble sentido y esas cosas..

Comentarios

Entradas populares