De los Milagros, Campeón, nos cuenta su fin de semana en la Clio Cup


¡Ya es viernes! La semana ha pasado sin darme cuenta. Ahora a coger las maletas y a dirigirnos a Navarra. Ya llegamos al final, ¡pero si fue el otro día cuando comenzamos en Valencia…!

Por la carretera recuerdo los buenos momento pasados en el circuito de Los Arcos (uno de mis preferidos), gracias a las dos victorias conseguidas aquí el año pasado pude tomar algo de ventaja en el campeonato para conseguir en la siguiente carrera, en Montmeló, mi primer campeonato de España, la Clío Cup 2010. Pero esta vez, esta es la última cita del campeonato, y la situación… bien diferente… Ahora llegaba líder, un liderato que he mantenido desde la primera carrera, y el rival… Es el tricampeón de Francia de la Clío Cup, además, hacía unas pocas semanas se había proclamado campeón de la Eurocup Clío y, por si fuera poco, llegaba con un buen ejército, un equipo compuesto por dos pilotos más que eran rapidísimos y, los cuales, ya se habían interpuesto en otras carreras (con todo tipo de estrategias: unas buenas y otras… que es mejor no mencionar) entre mi rival, Nicolás Milán y yo. También tenía en mente otras dos cosas, inscribir mi nombre por segunda vez consecutiva en el amplio palmarés de las Copas Renault y convertirme así en el primer piloto en hacerlo; y, especialmente, conseguir que el coche de Dale Gas fuese por cuarta vez consecutiva Campeón de España; así, ellos que son los que me han apoyado constantemente durante los dos últimos años, también harían historia. Hemos llegado a Los Arcos.


Directos al circuito, a cenar con el equipo. Qué alegría volver a verlos, habían venido casi todos (últimamente en las carreras ya no éramos tantos, pero la ocasión lo requería). ¿Y Dalegasín (mi Clío)? ¡Perfecto! Curado de las señales de guerra que había recibido en las últimas carreras. Daniel Sariñena no se separaba de él. Lo podíamos conseguir, estaba claro.

Fuimos a descansar y, al día siguiente, llegamos a primera hora al circuito. Menuda niebla… ¿Lloverá? Cuando te estás jugando un campeonato… no saber ni si quiera el tiempo que va a hacer… no es nada bueno.

Parece que no llueve, así que ¡ a salir a pista! Son los primeros libres. Mis principales rivales han estado hace poco más de una semana entrenando aquí, pero no me preocupa, me gusta este circuito y lo voy a hacer bien. Los primeros libres salen perfectos. Marcamos el mejor tiempo con diferencia y, una vuelta ideal inigualable; pero había que seguir trabajando. Al llegar al box todos están bastante contentos, hemos hecho el mejor tiempo con diferencia pero ¡se puede hacer mejor! Así que a hablar con José, mi mecánico, y con Dani, para solucionar cosillas del set up; después a trabajar con Jessica la adquisición de datos y los videos. Todos estamos superconcentrados.

Llegan los segundo libres casi sin  darnos cuenta… Uff, lo he hecho bastante bien, pero mis rivales se acercan a pasos agigantados, me arrebatan el mejor tiempo casi al final de la tanda, pero en mi última vuelta, me concentro al máximo y… ¡otra vez me quedo con el mejor tiempo! Quiero que sepan que no lo tienen nada fácil.

Ya hemos comido. El cielo se va abriendo y ya no amenaza lluvia, es el momento de ir al parque de salida antes de la crono. Hay tensión, pero ¡salimos a pista! Los dos puntos de la crono son muy valiosos. Después de los primero 10 minutos tengo el tercer mejor tiempo, pero no me preocupa porque mi rival está justo detrás (aunque sus dos compañeros de equipo por delante). Una posición conservadora, pero inteligente. Aún así, decidimos hacer la segunda monta de neumáticos delanteros, para mejorar; pero… ¿Otra vez? ¡No puede ser! Lo han vuelto a hacer. Los tres coches del equipo francés vuelven a usar la estrategia de los rebufos para ayudar a su líder y lo consiguen… Yo mejoro mi vuelta, pero Milán también, él se pone segundo (ha cogido un punto) y yo tercero, los tengo a 28 milésimas, pero… ¡se acabó la crono! Estaba claro, todo nos lo jugaríamos en las carreras. Así que ya solo quedaba descansar y esperar al domingo.

Fuimos pronto al hotel, no sin antes estudiar bien todo lo que debíamos hacer en las carreras. El piloto que quedase delante del otro ganaba el campeonato por lo que las carreras iban a ser muy emocionantes.


Ya es domingo. De nuevo amanece nublado todo el circuito, la neblina mantiene la humedad durante la mañana y…. Llega la hora de la primera carrera. Una primera final a 10 vueltas. Vuelta de calentamiento, ocupamos nuestras posiciones de parrilla, semáforo rojo y ¡se apaga! ¡Salida! ¡El francés que tengo delante se ha adelantado! Llego a la tercera curva manteniendo la tercera posición, pero mi rival la ha perdido, le llevo justo detrás y ¡no para de golpearme! En uno de estos toques hace que pierda tracción a la salida de la curva y se empareja conmigo, pero ¿qué hace? Va girando el coche hacia donde está el mío, me quiere dejar sin pista y ¡nos tocamos! Esta vez no soy yo el principal perjudicado (¿o si?) ya que él se queda fuera de carrera; pero ¡NO! Tiene que mantenerse en pista. Era lo peor que podía pasar. Yo acabo la carrera cuarto, pero Milán, sin terminar ha conseguido más puntos que yo, ya que en la Clío Cup se descuentan para el total de puntos del campeonato los dos peores resultados y yo no tengo ningún cero (este era el segundo suyo). Finaliza la carrera, poca emoción más, podía haber quedado tercero, pero me jugaba el golpe y con mi rival fuera de carrera y con poco tiempo entre carreras, preferí no arriesgar. Al llegar al parque cerrado… ¡Milán está enfurecido esperándome!

-¡Tú yo! ¡tú y yo solos!
- ¿Cómo?
- Porque tú… Elige circuito, elige coche ¡Tú yo! ¡Yo pago circuito!

Me estaba retando así que – OK. En el que más te guste, ¿dónde quieres? ¿En Francia? ¿En tu casa? Elige: Dijon, Le Mans...
-Porque yo… porque tú…

Mejor que dejemos la conversación ahí… Lo que estaba claro es que Nicolás Milán me estaba retando, pero si he conseguido 5 victorias este año (4 hasta ese momento) y él 2, cuando me ha quitado la pole position ha sido por las estrategias de los rebufos… Pero no es necesario decirle todo eso, ya lo sabe…

Así, con el panorama cada vez más tensionado; llega, después de una reclamación puesta por parte del francés que me relega a la última posición de la primera carrera, la final de 16 vueltas. Él salía primero y yo segundo, tenía claro que me tenía que poner lo antes posible en primera posición, ya que por detrás tenía a sus dos compañeros de equipo y tanto en el Jarama uno, como en Montmeló en otro, me habían demostrado que me jugaba el campeonato contra tres. Como antes… Vuelta de calentamiento. Colocación en parrilla. Semáforo rojo y ¡se apaga! ¡salida! Primera curva, segunda, tercera, cuarta y ¡ahora! ¡ahora es mi oportunidad! Tracciono mejor en la curva 3, en la curva 4 (gas a fondo) ya le tengo cerca y en la rapidísima curva 5 ninguno de los dos quiere levantar, todo el mundo frena y baja una marcha, pero nosotros seguimos en quinta, de repente la parte trasera del coche de Milán hace un extraño por frenar en el inicio de la curva (posiblemente creía que iba pasado, íbamos a unos 170 km/h, y tocó el freno), tenía que aprovechar la oportunidad (a lo mejor no tenía otra), así que desde que ví el movimiento de su coche y me coloqué en paralelo por  el interior, subimos la curva en paralelo (retrovisor con retrovisor), pero yo ya tenía el interior de la siguiente curva, ¡ya estaba primero!. Esta posición no me valía de mucho porque si él no quedaba cuarto, el campeonato estaba perdido, pero yo tenía que darlo todo y lo único que podía hacer era ganar. En el último sector soy el más rápido, así que en el primer paso por meta ya llevo algo de ventaja; segunda vuelta, sigo primero, pero es inevitable mirar por el retrovisor, pero … ¿qué pasa? Un fallo, una pequeña salida… Milán intenta seguirme pero comete errores y su compañero de equipo, que en esta ocasión es bastante más rápido, no quiere adelantarle; ¡tengo que aprovecharme! En las cinco primeras vueltas consigo tomar distancia y… Miro por el retrovisor, ¿Milán? No está. Pasamos a la sexta vuelta y veo como al pasar por la recta principal para dar el séptimo giro, mi rival entra en el pit ¡se está retirando! 

Ahora a conservar la mecánica y a aguantar aquí otras nueve vueltas. (La mecánica ya me jugó una mala pasada en 2007 en Jerez cuando me obligó a retirarme cuando iba líder de la Copa Hyundai Getz y podía haberme hecho Campeón de la Copa ese mismo año); así que, a levantar un poco. Vuelta 15, ya solo queda una. ¡Vuelta 16! Y…Todo el equipo está en el muro, todos aplauden emocionados ¡Lo conseguimos! Estaba difícil, teníamos un rival muy duro, pero ¡ganamos! La carrera y el Campeonato. 

Estallé de alegría en el vuelta de reconocimiento. Nos lo merecíamos. El equipo, mi familia, yo… Dejaba tras la bandera a cuadros los durísimos momentos que habíamos tenido que pasar este año; pero así, sabe mejor. ¡Ganamos! Y por delante solo podía recordar a todos lo que no habían dejado de confiar en mi: Daniel Sariñena y Jessica Nebra, responsables del equipo Dale Gas, todos mis mecánicos (Antonio, José, Aitor, Alex, Alberto, Sergio, Mateo, los dos Víctor, Satur, Pascual, Mikel..), mi principal patrocinador Porntube (su gerente Steve fue el primero en felicitarme), la Fada (Anchel, querías un campeonato de España para Aragón, aquí lo tienes amigo), Fisan (Florencio ha ido apoyándome en las últimas carreras cuando la situación económica era cada vez más preocupante), la mayoría de los establecimiento de Soto del Real que se volcaron conmigo con pequeñas ayudas para que pudiésemos acabar la temporada (Maxcoop, Chakai, Tableros Soto…), mis amigos periodistas que siempre me animaban con palabras de cariño (Guti de MotorAcción y Jorge y Elías de Autohebdo Sport); pero especialmente me acordaba de mi familia, de Borja, Alberto, Rober, José Ramón, Borabora, los dos Carlos, Francesc, Santi, Álvaro ... (todos los que me veíais mi victoria tan clara y que no me permitisteis tirar la toalla) y de mi inseparable Pitu, si había alguien que en realidad creía en mi y en que todo esto era posible, era ella. Llegamos al final del pit, justo debajo del podioum ¡Ganamos! Todo Dale Gas cantamos orgullosos el ¡Campeones, campeones, oe, oe, oe! ¡Chicos, hemos hecho historia! ¡Todo esto es por y para vosotros!


Comentarios

  1. Y además hoy es su cumpleaños. ¡Muchas felicidades! además de darte la enhorabuena por el campeonato.

    Esperamos verte mucho por aquí!.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares