Palmer Sport. Tercera parte: Nos subimos al coche.

En el desayuno estaba bastante perdido intentando averiguar cómo iba a ser todo eso. Me llamó la atención que en mi grupo había un tío que llevaba un casco de fibra de carbono con un sistema de radio que tenía mucho más que buena pinta, así que me quitaron la pregunta de la boca cuando alguien le preguntó si era piloto... “Si, compito con GT´s en USA”, pero lo mejor fue cuando le pregunté a un amigo suyo sobre una camiseta que llevaba. Ponía “550 spyder” con unas letras muy reconocibles… “Bonito coche –le dije- ¿Tienes uno?”. Creo que sobra decir la respuesta.



Después de la primera entrada, en la que os contamos lo que es, y de la segunda, en la que os dijimos algún truco y cosas a tener en cuenta a la hora de ir... pues eso, vamos... hagamos virtualmente uno de los viajes más racing que puede hacerse.

Mi día empezó como os dije con el M3 número 1. Dentro ya estaba preparado mi monitor. Nos saludamos, me hizo un par de preguntas supongo que para ver si nos íbamos a entender, y salimos a pista. La instrucción fue clara: “A fondo”. Salías directo a una recta enorme con pocas referencias mientras subías marchas con las levas tras el volante, luego me explicaron que todos los coches del día tenían modificaciones más o menos importantes en el cambio para que las levas fuesen siempre iguales, incluso el Clio Cup o el Porsche 996. Curiosamente en el vídeo que dejo salen al circuito por otro sitio.

Los circuitos son sencillos y todos en torno al minuto. De esa manera se aseguran que des las vueltas suficientes para aprendértelo y empezar a tirar, pero no te dan tiempo para calentarte, porque a los 10 minutos u 8 vueltas cortan. Si no has hecho los deberes y tienes que reconocer y aprenderte los circuitos, por fáciles que sean, es muy difícil situarte hasta la segunda-tercera-cuarta vuelta, cuando empiezas a ver que aquí o allá podrías ir más rápido. Y cuando empiezas a tirar aún te queda tiempo por ganar… salvo que seas como Arimón y vayas a saco desde el principio, para lo que hay que tener las cosas muy claras porque se llega a ir realmente rápido, él tiene una facilidad especial para empezar a hacer vueltas buenas en la tercera… llamémoslo experiencia.


Ya veis el ritmo de las indicaciones... Id concentrados en lo que hacéis, el idioma y las palabras más comunes u os pillará muy fríos y será demasiada información que puede llegar a saturar, y lo importante es conducir con la vista, sobre todo porque si no puedes entrar en un modo de conducción automático que hará que después no te acuerdes de nada. Ya de paso os dejo vídeos de cada prueba que he encontrado por internet para que los podáis usar para hacer algo los deberes.

A pesar de que a los monitores no los puse a prueba de verdad en ningún momento y casi todos acababan regalándome algo los oídos o preguntando si ya tenía experiencia en ésto, lo cierto es que yendo rápido seguían animándote a tirar más y más. Incluso cuando las cosas se ponían difíciles sólo uno dejó de confiar en mí, fue con el Posche 911 y luego os lo cuento, así que lo mejor es hacerles caso y confiar en ellos, vamos, como siempre en cualquier deporte.

En el M3 llevas los controles en modo M Dinamic Mode, lo que permite ciertos deslizamientos en el coche pero corta los excesos. La verdad es que el coche se comporta muy bien, lleva frenos AP Racing, como casi todos, y unos semislicks Yokohama que hacen que los límites estén más lejos de lo habitual. Comenzó a decirme que el tiempo era bueno cuando estaba a 5 segundos del que hice al final, lo que una vez acabado todo es bastante extraño y desde luego no fue de los mejores monitores del día; comparado con sus compañeros se notaba que estaba ahí haciendo un trabajo y fue bastante conservador en sus referencias.

De ahí nos fuimos a un circuito muy ratonero con el Caterham, y de monitor se puso el que llevábamos de chófer en el autobús. De nuevo una charlita y para adentro. Y de nuevo un “Ok, sal de boxes con cuidado que no venga nadie yyyyyy…. Fondo!”. Pues eso…

Tenía muchas ganas de probar un Caterham libremente, y como siempre empecé con calma a reconocer coche y circuito. Cuando iba pillando el punto a alguna zona del circuito apretaba un poco, y en concreto en éste había un par de zonas en las que, subido a un Caterham, al menos yo no encuentro manera de no cruzarlo un poco…. Aquí era cuando notabas un silencio a tu lado… El tío se quedaba esperando la reacción del cliente y al ver que lo sacaba me decía la causa del sobreviraje…. Al rato se hizo evidente que lo estaba provocando y llegó la fiesta…. Recuerdo que en la tercera vuelta entré en la curva larga de entrada a la recta principal subvirando un poco (blasfeeeemiiiiaaaaa!!!) así que decidí intentar cruzarlo con gas a ver cómo se comportaba el coche y me hice la curva de lado…. El monitor no dijo ni pío y sólo acercó su mano al volante sin tocarlo…. Cuando salimos del trance con una bonita cruzada empezó a reírse y a decir “muy bueno Fernando!!, muy bien!! Jajajaja”. Y entonces cambió todo... el tío estaba mal de la cabeza, empezó a tirar de mí de una manera brutal, y cuando el coche se movía seguía animando y animando pero con indicaciones para que eso no pasase. Yo, que lo que quería era precisamente que se moviese, le decía que yendo en un Caterham “algo tendría que moverlo”, y volvía a reírse. En las últimas vueltas empecé a quedarme sin fuerza en los brazos de tanta fiesta sin dirección asistida y…. pedí la hora vilmente… “cuantas vueltas quedan??”, “Última!! Última!!, venga haz un tiempo en esta!!!!”. Tiramos un poco ya sin brazos y al entrar a la zona de boxes escucho por la radio en “perfecto” español “Con dos cojones Fernando!!”. Acabó poniendo en mi tarjeta un explícito “Sideways is slower” (de lado es más lento) mientras me miraba y decía “pero más divertido!!”….


Por cierto, el Caterham es el único coche manual del día, pero no es demasiado problema porque todo el circuito se hacía en tercera y cuarta, con lo que los cambios pillan en fila y casi es como si se tratase de un secuencial (menuda barbaridad que acabo de decir, pero se entiende, no?).

De nuevo al bus y al circuito del Clio Cup y el Porsche, que se hacían seguidos y en el mismo circuito. Empecé con el Clio, que no conocía, y el monitor me preguntó si había cogido alguna vez algún coche de competición. Le dije que había corrido con un Mini Challenge y contestó que era parecido. El circuito no es tan rápido como el del M3 o el que me quedaba por conocer, pero tampoco del todo ratonero, con un par de curvas a las que al menos a mí me costó coger el punto. Sin embargo hice un tiempo bastante bueno en el Clio Cup. Con el Porsche me llamaron dos cosas la atención siendo las dos sobre el cambio, que era un Tiptronic de calle modificado para ponerle las mismas levas de siempre. La primera es que el monitor me dijo que no cambiase al llegar al corte y le dejase cambiar a él sólo. Lo raro es que el coche una vez llegado al corte hacía hasta 5 rateos antes de pasar a marcha más, lo que no sé si es normal en el cambio pero era demasiado incómodo. Tampoco sé si lo hacen todos o fue idea de este instructor en concreto. El caso es que empecé a cambiar yo con la leva “+”, pero el monitor, que fue claramente el peor del día, me dijo que no lo hiciese. Pero lo peor estaba por llegar.

Antes de contaros la anécdota con el Porsche me queda un aspecto por contaros. Los monitores no llevan un volante propio, pero sí que llevan dos pedales ¿Cuáles elegirías?

El primero bien, el freno. ¿Y el segundo? Pues el segundo era un engendro bastante bien pensado que era “quitar freno”. El pedal empezaba recogido y a medida que apretabas el freno iba bajando, de forma que si lo pisaba en ese momento, el monitor conseguía que soltases el freno o, directamente, te impedía apretarlo. La sensación en el pedal era extraña, sobre todo porque yo quería empezar las tandas de menos a más y había veces que directamente te levantaban ¡el freno!.

Y vuelvo con lo del Porsche: En el circuito hay una chicane derecha-izquierda de la que sales a una izquierda doble muy larga que se hace con un solo movimiento de volante. En una ocasión el coche se movió a la salida de la chicane y mi reacción fue la de continuar con gas para hacerlo todo de lado (sí, ya lo sé, sideways is slower… pero se trata de pasarlo bien hombre!!), y sin esperarlo me encuentro que el coche hunde el morro y comienza a rotar con más fuerza. Algo pasa aquí… Mi reacción es continuar con el gas, meter mucho más volante y buscar sacar el coche más de lado aprovechando que la pista seguía hacia la izquierda…. pero tras un primer momento de control y al continuar con el gas, de nuevo lo mismo, el coche tiende a frenarse…. Aquí ya no podía hacer mucho, así que meto todo el volante y cuando el coche ya va bastante parado sin llegar aún al trompo, me planteo buscar el freno a ver qué pasa…. Y me encuentro que lo que pasa es que el monitor ha pisado el freno en el primer momento para que la cosa se parase desde el principio con un trompo. Cuando vio que lo sacábamos lo dejó ir, pero al ver que mantenía el gas y la driftada repitió la operación, volviendo a meternos en líos (líos de los que acaban bien, sin chapa, pero líos al fin y al cabo). Ahí, con todas las buenas palabras que pude encontrar le dije que no me hiciese eso, que vale que se había movido “and we were going sideways” (e íbamos de lado) pero que era fácilmente salvable y que frenar en ese momento no ayudaba en absoluto.

Lo mejor vino dos vueltas después, cuando me pasó lo mismo y yo reaccioné de la misma manera (este Hugo Soto va a acabar con mi reputación con tanto drift), pero en esta ocasión el monitor ni se inmutó, dejó que hiciese lo que quisiese, y yo, para no marcarme tanto, lo metí en cuanto pude… Su reacción fue un “Good Job” que de poco sirvió para salir de allí con un tiempo bueno. Viéndolo con perspectiva entiendo que haya ciertas cosas que es mejor parar de inmediato, que si eso se me complica deshaciendo tarde el contravolante las cosas podían ponerse feas y que él no conoce a sus clientes, pero de verdad que ese pisotón al freno fue bastante prematuro y evitable con la misma fe que demostraron todos sus compañeros.



Sin duda alguna el 911 es el peor de todos los presentes, y sin duda alguna es por su cambio. Me comentaron que para el 2012 se planteaban cambiarlo por Ariel Atom, y si veis su página web ahora se confirma la noticia. Lo extraño es que también desaparece el Clio, al que sí que le veo sentido.

Y llegó el plato fuerte; el Fórmula Jaguar. Lo primero es que no lo confundáis con el aparato con el que se corre la Fórmula Jonathan Palmer, aunque aún así tiene 300 cv, un cambio secuencial impecable y ala y frenos a los que, al menos yo, no estoy acostumbrado.

Aquí te dan un briefing específico porque es la única actividad en la que vas sólo, sin ni siquiera radio. Lo más importante es la presión sobre el pedal de freno; hay que poner tanta fuerza que ponen una luz verde en el salpicadero (que sólo se ve cuando estás parado y apartas la mano derecha para ello) que se enciende cuando has llegado al 80% de la fuerza máxima, lo que debería asegurarte no bloquear… Y os aseguro que es difícil apretar tanto. Yo me había subido a un F3 antes de esto, pero las vueltas que di fueron muy inocentes y con unos neumáticos estrenados unos lutros antes, con lo que llevaba el culo lleno de preguntas…

El Fórmula está tarado algo subvirador. Está claro que puedes moverlo con gas, pero también está claro que éste no es el coche para hacerlo. Poco a poco vas viendo los límites mecánicos, pero la clave empieza con los aerodinámicos, y más en un circuito con más de una zona rápida con curvas de alta velocidad encadenadas… Llevarlo es más o menos fácil, lo difícil es creerse dónde están los límites en curva rápida.



¿Vamos bien? Sólo queda una entrega con el resto del día y las conclusiones.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares