El maravilloso mundo de los materiales de la Fórmula 1.

Hoy toca otro de esos vídeos que me gustan a mí sobre curiosidades, técnica, ingeniería y esas cosas. En concreto uno sobre el material que dicen se utilizaba para los difusores prohibidos esta temporada. Hace un par de años, con el permiso de la FIA para utilizar difusores se creó un universo paralelo que teletransportaba hacia el mundial a velocidad absurda. Pero claro, siempre hay un niño más listo en la clase y a ese se le ocurrió que podría desviar el flujo de aire que generaba el motor para hacer aún más eficaz el sistema. Eso generaba un problema, la temperatura a la que salen esos gases, soplando a 10 cm de algo y durante las dos horas de una carrera es capaz de fundir todos los materiales conocidos… o no??

Hubo que buscar  y hubo que inventar, había que dar con un material capaz de soportar esas temperaturas pero claro, el pliego de condiciones no se acababa ahí. Tenía además que ser moldeable en formas complejas, tenía que ser posible que mantuviese las propiedades siendo muy fino, tenía que ser duro y rígido y, sobre todo, al ir colgado por detrás del motor cuando ya vamos sobrados de peso atrás, tenía que ser ligero… Vamos, que fácil.

Pero lo encontraron, y los señores que lo fabrican nos cuentan en un vídeo no sólo todas las ventajas que enunciaba, sino también algo espectacular. Evidentemente para trabajar así con temperaturas tiene que ser capaz de aislar y disipar el calor de una manera increíble, si, de acuerdo, pero ¿te jugarías un dedo por tu material?. Pues mira el vídeo. El soplete calienta hasta 1.000 grados y el tío está cogiendo ese cilindro con la mano!!! Prueba a hacerlo con un mechero y una lata de coca-cola. Pero lo que viene después ya es increíble…

Fijaros en una cosa, hay un pequeño salto de la imagen justo cuando apaga el soplete y por lo tanto justo antes de poner el dedito, pero no creo que anden jugando con eso, al fin y al cabo, si el material no da la talla en medio de un Gran Premio el tal Adrian Newey hubiese exigido que se repitiese la prueba con cualquier parte de la anatomía del ingeniero, el de marketing y el presidente de la compañía, no? Y una cosa es jugarse un dedo y otra la punta de la nariz.