Un Racing Gang en Le Mans; Aston Martin Festival


Riiing Riing!; diga?; que haces el fin de semana del 16 de Junio?;... Nada por?; No, nada no, quiero que conduzcas mi Aston Martin GT2 en Le Mans.

Esta es la conversación que tuve hace un par de semanas, una de esas conversaciones que has soñado tener durante toda tu vida. Cuando colgué el teléfono tuve que pellizcarme para comprobar que no era una vez más mi imaginación.

Dos semanas después estaba entrando en el pueblo de Le Mans con mi pequeño coche de alquiler y mi casco en el maletero.

Aston Martin organizaba este año un festival Aston Martin, que consistiría en una carrera de 45 minutos para dos pilotos telonera de las 24 Horas de Le Mans, corriendo en el circuito grande, que tan solo se abre para las 24 Horas.




Podrían participar todos los Aston Martin de competición modernos, y resultaron en 32 inscritos entre GT1, GT2, GT3, GT4 y algún prototipo curioso del SuperGT japonés. El reto y mi trabajo consistía en conducir el GT2 de Paul White en la carrera para que hiciese el mejor papel posible. estos coches con joyas de colección, y los dueños contratan pilotos profesionales para que su coche tenga un buen resultado y así incremente su valor.


El principal reto estaría en que teníamos 1 hora de libres, una de qualy y la carrera, pero eso significa que yo tendría 20 minutos de libres y 20 de qualy, lo que a 4 minutos la vuellta eran 5 vueltas en el mejor de los casos. No era mucho, pero era para todo el mundo igual... o no.





Llegaron los libres y empezaron los problemas. Paul salía de boxes pero no volvería. tenía la mala suerte de salirse en una chicanne y golpear las vallas, dejando el Aston dañado y a mi sin poder entrenar.





El reto se complicaba. tendría 4 vueltas para conocer el coche y el circuito, además de intentar hacer la mejor clasificación posible de cara a la carrera. Salí al qualy y empecé a alucinar. He visto la pista muchas horas en televisión, he visto infinidad de cámaras interiores estas últimas dos semanas, pero no tenía nada que ver. Con el Aston pasas más de un minuto y medio a su máximo de velocidad (Cerca de 300) por una carretera comarcal, Una de las dificultades eran las rectas, en las que tienen que elegir un carril y procurar con cambiarlo, ya que el coche a esas velocidades hace unos movimientos muy extraños que no molan nada.


El tiempo fue bajando, pero con solo dos pasadas no puedes llegar a sacar el máximo de la zona de las curvas Porsche, que es donde está la mayor complicación de la vuelta. Finalmente clasifique el coche quinto en la parrilla. no estaba mal.


El viernes lo teníamos libre y aproveché para ir a ver a los ingenieros del equipo oficial de Aston Martin de las 24 Horas. analizamos los datos contra los pilotos oficiales y vimos cosas curiosas. Para empezar los coches oficiales nos metían 15 km h en las rectas, por un alerón diferente que usan, pero decidieron dejarnos el alerón para la carrera. Solo con eso y con unas pequeñas mejoras de conducción, ya podríamos luchas por la victoria. estaba encantado.

El sábado era la carrera, me recomendaron ir a las 7 de la mañana al circuito para evitar atascos y así lo hice. Diluviaba en el circuito. se jodió mi plan, ahora de nuevo otra vez a empezar de cero. me fui a ver el Warm up de las 24 Horas y para mi sorpresa casi todos los coches se salieron de pista en algún momento "Si estos pavos que han ganado Le mans varias veces se salen... es que la cosa en agua está complicada".

Os dejo una cámara interior de un coche, para que veais como de complicada estaba la pista.



En un abrir y cerrar de ojos nos llevaron a la parrilla y antes de darme cuenta estaba sentado en un Aston, rodeado de los mejores Aston del mundo con miles de personas en las gradas y bajo el famosos reloj Rolex. Tuve que hacer un esfuerzo por no emocionarme y centrarme en lo que estaba.


Mi preocupación estaba sobre todo en las zonas rápidas. Nunca había ido a tanta velocidad en agua y nunca por asfalto de carretera. No sabía que esperar, no sabía si levantar en las rectas, pero lo que tenía claro es que no podía siniestrar un coche que solo existen 11 en el mundo y que tenía que devolvérselo a su dueño para que pudiese correr el. (Bueno, y tampoco me apetecía mucho hacer aquaplaning a esa leche!)

En la salida me colé 4º, peleándome con el Super Gt Japonés, los dos primeros clasificados abrieron un hueco tremendo (Uno de ellos Luca Filippi) y tras pasar al coche Japonés la distancia era insalvable, al menos para los riesgos que estaba dispuesto a tomar.

Fui añdiendo velocidad en las vueltas que hice (5) y algún escalofrío tuve cuando el coche amagaba aquaplaning a máxima velocidad. Creo que fue una de las carreras más difíciles de mi vida. Entregué el cohe tercero en el cambio de pilotos, aunque sabía que las condiciones eran realmente complicadas para mi compañero. Cometió un pequeño error que le hacía hacer un trompo, relegándolos al octavo puesto que fue donde terminamos.

La vivencia personal es increíble. Nuestros compañeros de equipo eras Rowan Atkinson (Mr. Beam) y David Clarke (Ex Mc Laren) y compartir una semana con ellos charlando de coches, carreras y la vida fue en si una experiencia espectacular.

El coche lo mantenía en equipo JOTA team, que participaba en las 24 horas con un LMP2, y eso nos dio acceso a vivir las 24 horas desde dentro, en el box y hospitálity del equipo y de Aston Martin, que nos trataron a cuerpo de rey.


Vivir las 24 Horas es algo muy especial, es diferente a todo lo que conocía y claramente recomendable. Conocer la pista le añade emoción, ya que desde la tele no parece ni la mitad de rápida de lo que es es realidad.



He vivido una experiencia de ensueño, y ya hemos empezado a trabajar para repetirla.. o mejor dicho.. mejorarla.

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