Caprichos del destino.

Carlos Arimón, nuestro particular "Gurú" Racing, nos manda una historia en primera persona digna de que os la contemos, y ya sabéis que lo que diga Arimón va a misa (sobre todo porque siempre que puede dice cosas como "a mazo, te quiero ver a mazo", "esa curva es de fondo claro, y si es de fondo, es de fondo. Punto" o verdades elementales parecidas).

La acompaña de una foto que aquí os dejamos. En ella veréis a un señor canoso mirando con ojos de envidia un maravilloso Porsche 911 996 GT3. La foto se hace en 2009 y en concreto en la carrera de Silverstone del Britcar, a la que fuimos él y yo a dar ánimo y una importante dosis de buena suerte (...ejem) a Javi Morcillo y Manuel Cintrano, que corrían precisamente con otro 996 GT3. Lo curioso de la foto viene ahora.

Y es que si sois habituales del blog ya sabéis que este año, en 2011, Carlos Arimón corrió las 24 hr de Silverstone con un GT3 ¿uno cualquiera? Pues no, exactamente ese que miraba con cara de asesino dos años antes. Parece estar pensando "como se despisten un poco me subo y a ver quién me pilla".

Viendo lo contento que quedaron con él en el equipo seguro que el año que viene le harán "una oferta que no podrá rechazar" para volver a subirse en el mismo Porsche. Yo, al recibir el mail con la foto y la historia, ya le he llamado para decirle que de ahora en adelante se dedique a mirar fijamente todo lo que se encuentre en un paddock y tenga más churro que su (o mi) 968, que a este ritmo si nos pasamos por unos test en Jerez, por ejemplo, le vemos subido a un F1 en un par de años.... Yo miraré a las chicas, por lo que pueda pasar...