No me multipliques la potencia, divídeme el peso

La frase que se adjudica según quien a Gordon Murray y probablemente a Colin Chapman (ustedes dirán, a mi casi que me vale cualquiera de los dos) es perfecta para resumir el vídeo que os dejo hoy. Enfoca perfectamente el debate sobre el peso y la potencia. Hay quien defiende que el peso no te deja ni frenar, ni girar, ni acelerar, pero ¿si tuvieras que elegir uno de los coches de las fotos para una vuelta al ring, cuál elegirías? Uno anda por los 2 kg/cv y el otro por 3 kgr/cv y desde luego están bien llevados.

Uno es un Caterham R500 de 263 cv y unos 500 kgr. de peso y el otro un Porsche 911 996 GT2 de 481 cv y casi 1.500 kgr. Una vez me contaron la historia de un monitor de copiloto en un Ferrari que va a pasar como un obús a un Caterham en la recta de meta. Antes de llegar a la frenada le dijo a su cliente "durante la frenada quédese en el exterior porque nos van a adelantar", el propietario del Ferrari miró por el espejo, no vió a nadie y dijo "¿Quién?". "Ese coche pequeñito que estamos adelantando". Así que decídelo antes de ver el vídeo.




El primer minuto y medio es un perfecto resumen de lo que se ve, la pasada en la recta larga del Porsche al Caterham es casi tan espectacular como la manera de pillarlo y repasarlo del R500 al GT2 en la zona lenta, se quitan del medio uno del otro con un facilidad pasmosa a medida que se van sucediendo las zonas. Y como en Nurburgring hay mucho de todo, el toma y daca es constante a pesar de estorbarse de vez en cuando.

Por cierto, no os perdáis el marchón del Caterham en el minuto 2:10, lo que hace en el 3:40 o la manera de escaparse del minuto 6 incluso aunque se recrudece su pelea con el cambio... y eso haciendo menos de 7:40. También os dejo la primera vuelta, que es menos espectacular que la segunda, en la que no hay un segundo de relax, pero tampoco está mal.

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