¿Te comprarías un coche que no sirve para nada?
Como suena. Para nada. Al menos eso es la teoría estricta, que para saltarnos las normas siempre encontramos alguna manera. No es un coche de carreras, con lo que no puedes competir con él en ningún sitio. Tampoco es un coche de calle, con lo que no puedes circular con él en ningún sitio. Y de llevar maletas o niños ni hablamos. ¿Y entonces para qué sirve?. Menuda pregunta. Tiff Needle lo tiene claro, y además de ser de los pocos a los que le dejan llevarlo de lado, dice una verdad como un templo: “Para sacar el máximo del Zonda R, la concentración tiene que convertirse en Racing Mode”.
Mirando sus frías cifras ya asusta, con lo que no quiero ni pensar lo que será en realidad. Gracias a la carrocería y muchas otras piezas en fibra de carbono, el titanio y otros materiales “exóticos”, sólo pesa 1.070 kgr. El motor es el habitual desarrollado por AMG pero en esta ocasión ha sido retocado para llegar a 750 cv a 8.000 rpm con un par máximo de 710 Nm. Cuenta, por si eso fuera poco y por primera vez en un Zonda, con una caja secuencial capaz de hacer los cambios en 20 milisegundos… como dicen en el vídeo publicitario “¿Qué mas podrías querer?”
Esa ausencia de función hace que sea casi una hoja en blanco para los ingenieros que lo han desarrollado, lo que siempre es divertido. Y digo casi porque en realidad nace del Pagani Zonda, que tampoco es mal coche, aunque aseguran que sólo comparte con él un 10% de las piezas. Así, convierten el Zonda R en el único “rival natural” de los Ferraris XX; el FXX y el 599 XX. Ahora ya está claro para qué sirve en realidad; ¡para disfrutar como un enano!, y por ejemplo para bajar de 6:50 en Nurburgring.
¡Yo también quiero uno! Gracias Horacio, tengo pendiente hacer un artículo de la historia de este señor tan amable, que desde luego es digna de contarse.
Mirando sus frías cifras ya asusta, con lo que no quiero ni pensar lo que será en realidad. Gracias a la carrocería y muchas otras piezas en fibra de carbono, el titanio y otros materiales “exóticos”, sólo pesa 1.070 kgr. El motor es el habitual desarrollado por AMG pero en esta ocasión ha sido retocado para llegar a 750 cv a 8.000 rpm con un par máximo de 710 Nm. Cuenta, por si eso fuera poco y por primera vez en un Zonda, con una caja secuencial capaz de hacer los cambios en 20 milisegundos… como dicen en el vídeo publicitario “¿Qué mas podrías querer?”
Esa ausencia de función hace que sea casi una hoja en blanco para los ingenieros que lo han desarrollado, lo que siempre es divertido. Y digo casi porque en realidad nace del Pagani Zonda, que tampoco es mal coche, aunque aseguran que sólo comparte con él un 10% de las piezas. Así, convierten el Zonda R en el único “rival natural” de los Ferraris XX; el FXX y el 599 XX. Ahora ya está claro para qué sirve en realidad; ¡para disfrutar como un enano!, y por ejemplo para bajar de 6:50 en Nurburgring.
¡Yo también quiero uno! Gracias Horacio, tengo pendiente hacer un artículo de la historia de este señor tan amable, que desde luego es digna de contarse.
Impresionante el bramido del motor dentro del habitaculo, Tiff tiene que chillar como un loco para hacerse oir. Uff!
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